Muki

Ya hace casi un año que acogimos en nuestro hogar a una gatita que nos encontramos por la calle. La pobre, de apenas un mes de vida, estaba toda sucia y maullaba sin parar. La cogimos temporalmente ya que tenemos otro gato en casa y no sabíamos si serian compatibles, que los gatos son un poco especiales en su territorio.

Lo primero que tocó fue un baño, bueno, unos cuantos porque estaba negra. Ni tres ni cuatro lavados fueron suficientes ya que seguía saliendo el agua negra. Luego visita urgente al veterinario, ya que tenia un grave constipado. Tan malita estaba que tuvo que estar separada de Mofli (nuestro otro gato), por miedo al contagio.

Los estornudos eran constantes durante varios meses, pero al final lo supero, con un hogar calentito y buena comida era fácil que se le pasara, y debido a esta enfermedad le pusimos el nombre de Muki.

Ahora ya son grandes amigos Mofli y Muki, con peleas de vez en cuando pero también muchos juegos y alguno que otra conspiración contra sus amos...

Al principio no me hacia mucha gracias tenerla en casa, otro gato más me daba pereza la verdad, pero ahora Mofli tiene una amiga para jugar y no se siente tan sólito cuando no estamos en casa.

Yo era de las que pensaba de no tener mascotas por casa, pero ahora que tengo a estas dos fieras, me alegro mucho aunque tengamos momentos de locura y de romper cosas jeje. Pero lo que de verdad no soporto es a las personas que presuman de mascotas y luego las maltraten o abandonen. En esos casos en vez de personas, son más animales que las propias mascotas.