La Bretagne (7ª parte)

En Carnac se encuentran unas extrañas alineaciones de menhires, dólmenes tallados con símbolos indescifrables, túmulos de piedra cuya construcción es anterior a las pirámides egipcias. Es imposible permanecer inalterable ante el misterio que aún envuelve esta “capital de los megalitos”, probablemente uno de los centros más importantes del mundo en cultura prehistórica.

Un poco mas al norte, siguiendo un sendero se encuentra el gigante de Manio, un menhir de 6 m. rodeado de pequeñas losas de piedra que forman una suerte de cinta rectangular, más al sur se erige el túmulo de Kerkado, que cubre un dolmen del año 3800 a.c, aproximadamente.

 Próximo a Carnac se encuentra la población de Trinité sur mer, donde fuimos a comer al restaurante Le four à pizza, es un poco mas carillo pero merece la pena. También por esta zona se encuentra la central de las tiendas “La trinitaine”, en la población de Saint Philibert, calle Kerluesse. Sitio clave para comprar regalitos y detalles para familiares o para vosotros mismos.

Vannes, ciudad medieval respetada por los bombardeos de la segunda guerra mundial, ya que no era importante desde el punto de vista estratégico. Destaca la  antigua muralla y los bastiones del siglo XIII-XVI, constituyen uno de los complejos fortificados más interesantes de Francia. El tramo que se ha conservado del cinturón, flanqueado por torreones cilíndricos y rodeado por un foso, hoy transformado en jardín, se cierra con la porte de St- Vincent, por el sur y por la porte Prison, por el norte. También forman parte de este conjunto el castillo de L´Hermine, la tour Connétable y el parque promenade de la Garonne.
En el centro histórico se puede visitar la place Gambetta, donde se encuentran casas en semicírculo que se abren al puerto-canal encuadran la porte de St-Vicent, por donde se llega a la place des Lices.
Podemos observar la catedral de St-Pierre, solo se conserva de la original la torre, coronada por un pináculo de 1825.

Rochefort en terre, se debe a Alfred Klots, un pintor americano, que en 1908 adquirió los restos del  castillo feudal, como la primera valoración turística de este antiguo burgo. Para premiar la más bella casa de granito cubierta por flores de entre los siglos XVI-XVIII, Klots creó un concurso que, a partir de los años 30, se convirtió en un evento de gran importancia.
La iglesia de Notre-Dame de la Tronchaye, custodia la imagen de la virgen que al parecer se encontró en el siglo XIII en un árbol hueco.

Grande biere, después de la Camarga, esta región del norte de Saint-Nazaire es el área  pantanosa más amplia de Francia, sumergida en el mar en el pasado. Son siete islas que forman el territorio de Saint- Joachim, considerado el corazón de la Brière. Las casas, blanqueadas con cal y con los tejados de cañas del pantano, se agrupan en la estrecha franja de tierra que se extiende a lo largo de los canales que separan las islas. La mayor de ellas y más visitada es la île de Fedrun, donde se pueden observar estas típicas casas.