Ozzy Osbourne


Hoy cumple 64 años Ozzy Osbourne. Ozzy formó parte de la formación original de la influyente banda de heavy metal Black Sabbath (a la que se le atribuye ser creadora de dicho género) a finales de los años 60 y principios de los 70. Trás ser despedido de Black Sabbath inició una carrera como solista a principios de los años 80, logrando grandes éxitos y revolucionando nuevamente el género musical.

El 20 de Enero de 1982, durante la gira estadounidense de presentación de su segundo álbum en solitario, el salvaje hombre del rock pasaría a convertirse definitivamente en leyenda inmortal del rock por uno esos episodios que, por excesivo, se suele dudar si es una historia real o pura leyenda.


Ozzy Osbourne estaba en la gira de presentación del album "Diary of a Madman" por Estados Unidos. El nombre de la gira, "Night of the Living Dead", era muy adecuado para los shows que ofrecían, que se habían vuelto cada vez más "sangrientos". Al final de cada concierto, Ozzy catapultaba la carne (comunmente los intestinos de una carnicería) a la multitud y naturalmente a los fans de Ozzy les empezó a entrar el espíritu del evento y comenzaron a traer su propia ofrenda de carne para el show (un fan fué apartado de un concierto por llevar una cabeza entera de vaca). Además de eso, se decía que en una reunión con su compañía de discos en Los Ángeles, Ozzy había mordido la cabeza a una paloma y los fans estaban empezando a incluir pequeñas criaturas aladas de goma entre las ofrendas.
El momento álgido de esta delirante dinámica tuvo lugar la noche del 20 de Enero de 1982 en el concierto de Des Moines, cuando alguien desde el público arrojó un murciélago al escenario. Confundido por las luces y la pasión del momento, Ozzy creyó que aquello que yacía a sus pies era otro muñequito de goma, de modo que para seguir la gracia lo agarró, se lo llevó a la boca y le arrancó la cabeza. Pero aquel pobre animalito era de carne y hueso, por lo que se revolvió para defenderse llegando incluso a morder a nuestro loco protagonista. Ozzy fue llevado de inmediato al hospital para ponerle la vacuna contra la rabia.

El propio Ozzy lo relata en sus memorias: "Inmediatamente pensé que algo iba mal, muy mal. Desde el primer momento, mi boca se llenó de ese caliente y asqueroso líquido, con el peor sabor que uno pueda imaginar. Podía sentir cómo estaba manchando mis dientes y bajando por mi barbilla. Oh joder, pensé, realmente no me he comido un puto murciélago, ¿no?".
Pues sí Ozzy, creo que sí...

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